Biodanza y Gestión Emocional
¿Qué es gestión emocional?
La emoción es una fuerza que nos mueve desde lo más profundo. Guía la conducta, influye en la manera de pensar… Las últimas investigaciones entorno a la TOMA DE DECISIONES aseguran que el componente emocional tiene más peso que los procesos cognitivos a la hora de elegir entre diferentes opciones. Un dato a tener en cuenta. Tan importante es este tema para nuestro desarrollo personal que filósofos reconocidos como Daniel Golleman y J. Freedman afirman que entre el 70% y 80% del éxito que obtengamos en nuestros procesos profesionales durante la edad adulta está estrechamente ligado a nuestra inteligencia emocional.
La gestión emocional abarca un proceso interno de autoconocimiento con el objetivo de identificar nuestros procesos emocionales, sus raíces, los detonantes y qué causan en nosotros. A partir de una conciencia emocional podemos llevar a cabo acciones en función de nuestras verdaderas necesidades y administrar correctamente nuestros impulsos. Únicamente identificando con claridad nuestras emociones y sus causas podremos superar de manera satisfactoria las etapas de nuestra vida y las dificultades que se nos van planteando.
Es importante remarcar que gestión de las emociones no implica “control de las emociones”. Este aparente control en muchos casos no es más que represión y nos lleva a un proceso de negación o supresión.
Biodanza y Gestión Emocional
Rolando Toro, creador de Biodanza, no concibió este sistema como una terapia, pero en base a todos los beneficios que aporta si que podemos decir que es altamente terapéutica.En sus propias palabras: “Todo proceso de cambio debe involucrar al cuerpo en sus diversos niveles: neurológicos, inmunológicos y emocionales. El ser humano es una totalidad, y toda terapia que excluya la corporalidad es DISOCIATIVA”. Lo contrario de disociación es integración. Una de las bases fundamentales sobre las que se asienta la metodología de Biodanza es la búsqueda de la integración de cuerpo, mente y emoción.
Otro aspecto fundamental de la Biodanza es la auto-regulación, el equilibrio dinámico del organismo. A través de las sesiones se va dando una auto-regulación fisiológica, mental y emocional. Se regula la farmacia interna de nuestro organismo: procesos bioquímicos que generan todo lo que necesitamos para vivir cada día en un estado óptimo (serotonina, endorfinas, oxitocina…). A nivel orgánico, las emociones son procesos bioquímicos. Son una realidad tangible sobre la que podemos actuar.
En Biodanza se trabajan cinco líneas de vivencia. La primera que abordamos es la línea de vitalidad, que hace referencia al potencial de equilibrio, homeostásis, armonía biológica, ímpetu vital.A nivel fisiológico se realiza una auto-regulación del sistema nervioso autónomo, directamente relacionado con el manejo del estrés y con la regeneración orgánica. En este punto cabe destacar una corriente de pensamiento que afirma que el estado de ánimo bajo se corresponde con un nivel de energía interna bajo. Algo tan básico como darnos los cuidados necesarios para recuperar nuestra enegía vital sería suficiente para restablecer el ánimo en ausencia de patologías más graves.
Para acabar, uno de los objetivos de Biodanza es recuperar los instintos o mandatos biológicos. Se dice que en el mundo instintivo reside gran parte de la sabiduría que nuestro organismo ha ido recopilando a lo largo de la evolución. No nos inventamos nada nuevo, recuperamos lo que siempre ha estado ahí.Respecto a esto, Ortega y Gasset propone:
“Para ser buenos humanos hay que volver a ser buenos animales”.
La emoción es una fuerza que nos mueve desde lo más profundo. Guía la conducta, influye en la manera de pensar… Las últimas investigaciones entorno a la TOMA DE DECISIONES aseguran que el componente emocional tiene más peso que los procesos cognitivos a la hora de elegir entre diferentes opciones. Un dato a tener en cuenta. Tan importante es este tema para nuestro desarrollo personal que filósofos reconocidos como Daniel Golleman y J. Freedman afirman que entre el 70% y 80% del éxito que obtengamos en nuestros procesos profesionales durante la edad adulta está estrechamente ligado a nuestra inteligencia emocional.
La gestión emocional abarca un proceso interno de autoconocimiento con el objetivo de identificar nuestros procesos emocionales, sus raíces, los detonantes y qué causan en nosotros. A partir de una conciencia emocional podemos llevar a cabo acciones en función de nuestras verdaderas necesidades y administrar correctamente nuestros impulsos. Únicamente identificando con claridad nuestras emociones y sus causas podremos superar de manera satisfactoria las etapas de nuestra vida y las dificultades que se nos van planteando.
Es importante remarcar que gestión de las emociones no implica “control de las emociones”. Este aparente control en muchos casos no es más que represión y nos lleva a un proceso de negación o supresión.
Biodanza y Gestión Emocional
Rolando Toro, creador de Biodanza, no concibió este sistema como una terapia, pero en base a todos los beneficios que aporta si que podemos decir que es altamente terapéutica.En sus propias palabras: “Todo proceso de cambio debe involucrar al cuerpo en sus diversos niveles: neurológicos, inmunológicos y emocionales. El ser humano es una totalidad, y toda terapia que excluya la corporalidad es DISOCIATIVA”. Lo contrario de disociación es integración. Una de las bases fundamentales sobre las que se asienta la metodología de Biodanza es la búsqueda de la integración de cuerpo, mente y emoción.
Otro aspecto fundamental de la Biodanza es la auto-regulación, el equilibrio dinámico del organismo. A través de las sesiones se va dando una auto-regulación fisiológica, mental y emocional. Se regula la farmacia interna de nuestro organismo: procesos bioquímicos que generan todo lo que necesitamos para vivir cada día en un estado óptimo (serotonina, endorfinas, oxitocina…). A nivel orgánico, las emociones son procesos bioquímicos. Son una realidad tangible sobre la que podemos actuar.
En Biodanza se trabajan cinco líneas de vivencia. La primera que abordamos es la línea de vitalidad, que hace referencia al potencial de equilibrio, homeostásis, armonía biológica, ímpetu vital.A nivel fisiológico se realiza una auto-regulación del sistema nervioso autónomo, directamente relacionado con el manejo del estrés y con la regeneración orgánica. En este punto cabe destacar una corriente de pensamiento que afirma que el estado de ánimo bajo se corresponde con un nivel de energía interna bajo. Algo tan básico como darnos los cuidados necesarios para recuperar nuestra enegía vital sería suficiente para restablecer el ánimo en ausencia de patologías más graves.
Para acabar, uno de los objetivos de Biodanza es recuperar los instintos o mandatos biológicos. Se dice que en el mundo instintivo reside gran parte de la sabiduría que nuestro organismo ha ido recopilando a lo largo de la evolución. No nos inventamos nada nuevo, recuperamos lo que siempre ha estado ahí.Respecto a esto, Ortega y Gasset propone:
“Para ser buenos humanos hay que volver a ser buenos animales”.

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